Construido sobre una colina a 38 metros sobre el nivel del mar, el enclave ha pasado de ser una fortaleza a un espacio de ocio para los fuengiroleños.
El Castillo Sohail es en la actualidad uno de los símbolos más importantes de Fuengirola. Destaca por el buen estado en el que se encuentra, un hecho que resulta incluso asombroso dado que la construcción podría datar del siglo X. El Castillo de Sohail se encuentra situado en plena desembocadura del río de Fuengirola, sobre una pequeña colina aislada que se eleva 38 metros sobre el nivel del mar y en el centro de la Autovía de la Costa del Sol. Esta circunstancia lo convierte en un mirador privilegiado de una amplia franja costera dominada por la Sierra de Mijas y en la que se inscribe el municipio de Fuengirola.
Según unos historiadores, el califa de Córdoba, Abderramán III, decidió construir en lo alto del cerro un castillo a causa de los estragos que los cristianos y los normandos estaban causando en los poblados de la franja costera. La construcción data de principios del siglo XII, en pleno periodo almorávide. La fortaleza se levanta con las características propias de un ‘ribat’ enclavado en la frontera marítima y que aseguraba además el control del río, vía de comunicación hacia las tierras del interior y lugar de aguada para los barcos que navegaban en sus proximidades. De igual modo, desde su emplazamiento estratégico, el castillo ejercía una importante labor de control y vigilancia de la vía de comunicación terrestre entre las ciudades de Málaga y Marbella.