Este pantalán abandonado era propiedad de la antigua fábrica de amoniaco. Los barcos descargaban en el lugar el material que luego se transportaba por conductos bajo el mar hasta la planta de tratamiento frente a Intelhorce.
Frente al Paraje Natural de la desembocadura del Guadalhorce (refugio de aves), puede pasar desapercibido a la vista pero ahí habita en mitad del mar un pantalán abandonado de la ya desaparecida y conocida como fábrica de amoniaco de Málaga, que se dedicaba a la producción de fertilizantes nitrogenados y líquidos. Se trata de dos plataformas de hormigón clavadas en el suelo, que solían estar conectadas entre sí y donde los barcos descargaban el material que se llevaba por unos conductos bajo el fondo marino hasta la fábrica en tierra firme.
La fábrica se cerró en 1990 después de 26 años en funcionamiento, signo inequívoco de la desaparición de la industria en Málaga. La factoría se fue, sus estructuras metálicas se desmontaron completamente dejando un gran llano, y el fantasmagórico pantalán en mitad del mar, es la única señal que demuestra que un día aquello existió.